Viviendo el presente, disfrutando tus etapas, pensando en el hoy tanto de tal mes de tal año…Nos tomamos un descanso en medio del ajetreo diario y nos damos cuenta que a pesar de que nuestros cuerpos estén sin movimiento, nuestra mente no ha cesado de trabajar planificando sobre nuestras responsabilidades por los próximos 50 años. Posteriormente, iniciamos nuestro movimiento (corporal) y descubrimos que estamos tan cansados o más que antes de que tomásemos nuestro “descanso”, pero claro, nosotros vivimos el presente…
Vivir el presente, disfrutar cada etapa… Por alguna razón siempre tuve problemas con eso, toda mi vida fui del tipo de personas que típico: wooow la estoy pasando genial ¿Qué sigue? ^_^, incapaz de sentarme y simplemente disfrutar el panorama, disfrutar el momento pensando en el panorama del futuro. Tomaba las “etapas”, como cuando vas conduciendo tu coche en el carril de en medio y vas viendo en el de la derecha; las etapas me estorbaban, me limitaban yo quería conocerlo todo y nada, ir saltando de flor en flor a cual abeja.
Claro, sucede que luego llegaron tiempos “no tan geniales” y empecé a pensar en pasado, observe que viví esos tiempos como cuando ves una película en tu habitación y empiezas a adelantar todas las escenas, dejando únicamente las que querías ver y te encuentras con: “todos los chistes de los que nunca me reí porque nunca les preste atención”. Y claro, vienen los “por que no me di cuenta de tal cosa”, “el ayer fue mejor” y pase esos tiempos –no tan geniales- en pasado.
Luego vinieron tiempos diferentes, tiempos indefinibles en el sentido bueno/malo, tiempos para pensar, tiempos para descubrir y descubrirme. Al analizar el “pasado-malo” me pregunté por qué en vez de tratar de cambiar ese tiempo me quede en “pasado-bueno” (ni idea si se entiende xD)…
Cosa rara, supongo que son procesos, pero cuando estaba en el primer tiempo (bueno) siempre pensé en futuro, en onda “lo que viene será mucho mejor que esto, que genial ^_^”, nunca pensé en pasado, en realidad no quería pensar en pasado. Cuando estuve en el segundo tiempo (la vida apesta) pensé siempre en pasado, onda como quisiera que esos tiempos regresaran, nunca pensé en futuro, en realidad no quería pensar en futuro.
Y me costó (un mundo) empezar a pensar en “hoy, ahora, ya”, en dejar de hacer planes y castillos en la arena, pero también me costó (un mundo) dejar de añorar tiempos pasados, oportunidades que ya no fueron, cosas que pude haber hecho diferente.
Podría decir que ahora estoy en un tercer tiempo: presente, aprendo de mi pasado y mis errores pero ya no me persigue ni me ata, espero el futuro pero no me distraigo en cosas que lo mas probable nunca llegaran “quien sabe”, y nuevamente se me tilda de “indecisa, irresponsable, sin visión de futuro” y me rió mientras me detengo para observar el paisaje y si se me apetece, tomarle una fotografía ^_^.
