sábado, marzo 26, 2005

Esos Momentos

Antes de postear la respectiva divagación, quiero agradecer públicamente a Don Benengeli, por su paciencia infinita y ayudarme a poner los links en mi blog ^^

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Esto lo escribí en un tiempo súper bonito y especial de mi vida, lo dejo tal cual lo escribí y postee en mi anterior "rincón de divagaciones".

¿Alguna vez has sentido un momento de plena felicidad?, ¿Alguna vez has deseado que ese segundo no acabara jamás? ¿Alguna vez has querido y disfrutado tanto la compañía de alguien que desearías permanecer siempre a su lado?

Esos momentos...Esos breves momentos que hacen que la vida valga la pena. Incluso, a sabiendas que acabarán y que no volverán nunca. Nuevas emociones y sabores se nos presentan día a día, pero el recuerdo de lo pasado nos obliga a cerrar los ojos y suspirar por quien ya no está.

Esos momentos, que parecen plácidos, aún cuando sabes que cuando el coche detenga su marcha, todo habrá acabado y que ese segundo de felicidad será "pasado". Pasado, el que todo se lo lleva y nada perdona, excepto los recuerdos... de esos momentos.

Andrómeda.

jueves, marzo 17, 2005

De Sentimientos, Muletillas y Cadenas.

Una de las cosas más importantes que tenemos que hacer, si queremos llegar a una aceptable plenitud/felicidad es Reconocer y darle validez a lo que sentimos. Suena fácil, pero es en realidad bastante complicado.

Es complicado, porque cuando nos sentimos mal lo primero que hacemos es tratar de no pensar en ello; ya sea buscando a alguien que nos haga reír, pasando mil horas viendo televisión, pegados a la computadora o a un libro. Y es lógico esto, ya que es un mecanismo de defensa básico el alejarse de algo que te lastima, por ejemplo: Al coger un objeto caliente la reacción inmediata será soltarlo. Lo mismo es con los sentimientos, la reacción será alejarnos de eso que nos hace daño.

Pero con los sentimientos pasa algo diferente, no los puedes “soltar”, alejarlos físicamente o eliminarlos. Lo que hacemos es utilizar una serie de cosas a las que le llamare “muletillas” para hacernos sentir mejor. Estas son muy variadas y dependen de un sin numero de factores como son: la personalidad de cada quien, la edad, sexo, etc. Unos recurren al alcohol, otros a las drogas, otros como ya mencioné al Internet, a la televisión, muchas mujeres si se sienten mal se van de compras, otros se devoran un galón de sorbete, se van con el primer@ que vaya pasando o simplemente duermen, todo para sentirse mejor, para distraerte, dejar de pensar y como consecuencia sentir.

Una muletilla bastante común cuando una persona esta pasando por alguna inestabilidad o inseguridad, es empezar a manipular a la gente de su alrededor. Buscando así la sensación de seguridad y control que le falta. Una vez, una amiga me dijo “no se puede cambiar a los demás, a la única persona que puedes cambiar es a ti”, por mucho tiempo pase creyendo eso. Ahora le hago una pequeña modificación, ya que he llegado a la conclusión de que efectivamente puedes cambiar a los demás, PERO el único cambio que realmente te hará sentir bien, el único cambio que merece la pena, que es real, es el que puedas hacer en ti mismo. Lo demás es una simple muletilla, una búsqueda interminable de algo inexistente, lo que puede ser francamente agotador. Ahora recuerdo un interesante intercambio de ideas con don B. respecto al falso control, pero no tocare el tema porque nunca le termine de entender el cuento.

Siguiendo esa línea de ideas, las muletillas son aquello que utilizamos para contrarrestar lo que nos hace daño. Hasta este punto alguien se puede preguntar ¿Qué tiene de malo alejar algo que te hace daño? Y ese es el meollo del asunto. Al utilizarlas no estas remediando o extinguiendo esos sentimientos dañinos, todo lo contrario únicamente los estás ignorando. Lo que sentimos es importante, ya que es la forma que tiene nuestro cuerpo/cerebro de hablarnos y mandarnos señales. Por ejemplo, si tenemos rabia es porque alguna necesidad no esta satisfecha, si tenemos miedo es porque existe algún peligro, si estamos tristes es porque algo nos lastima. Pero al ignorarlos, sin darte cuenta estas acumulando esos sentimientos, haz de cuenta que los estás metiendo a una cuenta de ahorros a corto plazo, y cuando estos llegan a su límite de tiempo se vuelven contra ti. Toda la rabia que puedas sentir al pelearte con tus padres, porque la pasaste mal en el colegio, con tus amigos, se transforma y se te regresa convertida en frustración y depresión (la ira merece post aparte).

Sin mencionar que una muletilla, es algo que te ayuda a caminar cuando tu no eres lo suficientemente fuerte para lograrlo. Si físicamente empezáramos a utilizar muletillas sin necesitarlas, con el paso del tiempo nuestro cuerpo dejaría de funcionar bien, nuestras piernas se entumecerían, lastimaríamos nuestros brazos y seríamos más lentos. Con las muletillas emocionales es lo mismo, si nos acostumbramos a utilizarlas sin necesitarlas, lo único que lograremos es perjudicar nuestra propia capacidad para enfrentar nuestras emociones, causándonos probablemente una dependencia a la misma. La única forma en que se resolverla una situación es tomando cartas en el asunto, la evasión no resuelve nada e incluso puede empeorarla.

Por lo tanto es importante darte cuenta qué sientes y por qué lo sientes. Ese es el primer punto. El segundo punto que mencioné es el “darle valor a lo que sientes”. Si lo primero era complicado, lo segundo lo es aún mas, porque acá entra la sociedad, lo que se te dice en tu infancia ya sea tus padres o tus mayores. Cuando eres pequeño y te caes de la bicicleta viene tu abuelita y te dice que no debes llorar “porque los niños no lloran” (siempre he odiado eso), o cuando estas sólo en tu habitación en la noche y sientes miedo y viene tu padre y te dice no debes tener miedo y así sucesivamente, lo que hacen es quitarle el valor de lo que sientes, quitándote tu capacidad para reconocer tus propios sentimientos porque si tienes miedo pero tu padre te dice que no lo tienes entonces debes estar equivocado y llega un momento en donde pierdes tu propia capacidad de identificar que es lo que sientes.

La sociedad tiene un esquema muy rígido de lo que debemos ser y como debemos ser, y va colocándole a cada persona una cadena –atadura- de la que no debe salirse. Te dice como amar y a quien debes amar, como debes comportarte, si eres mujer debes ser una flor delicadita y frágil y si eres hombre debes ser prácticamente un machote insensible, y si no eres ni lo uno ni lo otro te dirán “tortillera” o en el caso de los hombres si eres sensible tildarán de gay
. Hay personas que viven felizmente dentro de su cadenita o campo de acción y existen (o existimos) otras a las que no les gusta lo que se le ha impuesto como deben ser las cosas, ya sea porque sus pensamientos no calzan en ningún lugar o simplemente tiene espíritu de rebeldía.

Y sí te dejas atrapar y sigues lo que se te ha dicho que debes hacer, el lograr los dos puntos importantes que mencioné anteriormente no es una tarea complicada, es utópica…

Debo aclarar que si bien digo que lo que debes hacer es identificar lo que sientes y luego darle valor, esto se reduce a lo siguiente: Me siento triste, está bien sentirme así. Es aceptar y permitirte sentir, pero tampoco quiere decir dejarte dominar por lo que sientes, no es que porque estás molesto le pegaras al primero que se te cruce en tu camino, porque estás triste llorarás de aquí al martes y porque tienes miedo no saldrás de tu cama en toda la semana. Identificar y valorar lo que sientes sirve para poder realmente saber que es lo que en realidad te está afectando, que puede ser más complicado que lo que a simple vista parece. ¿Qué hacer una vez se haya logrado esos dos puntos, es material para otro post :P?...


Y tu ¿Cómo te sientes?...


Andrómeda.

martes, marzo 15, 2005

No me sobrestimes....

Una de las cosas que más me incomodan es cuando una persona me empieza a ver con ojos de wow que genial eres!!!. Es como que si me arrebataran mi calidad de “humano” y mi derecho a equivocarme y me pusieran una carga encima.

Sobrestímame y no me dejaras otra opción que decepcionarte… mírame como un imperfecto humano más y me darás la oportunidad de sorprenderte ¿Qué escoges?

Es un tema un poco paradójico. Por un lado se siente bonito que te admiren, ego, porque no decirlo. Pero cualquier persona que tenga una pizca de introspección se dará cuenta que es también una carga, una carga emocional. A nadie le gusta decepcionar a las personas, al menos no voluntariamente y es allí cuando nos descubrimos esforzándonos o gastando nuestras energías en ser aquel ideal que se piensa de nosotros y vemos en la sociedad todos esos pobres seres que viven aparentando algo que no son, en ese intento de mantener una imagen determinada. Y es algo que se da bastante, es cosa de echarle una ojeada a cualquier relación. Los padres, todos quieren hacerlos sentirse orgullosos, la pareja, los amigos. Especialmente en las relaciones donde existe un lazo afectivo, porque son las que más “malestar” nos causaría si los decepcionáramos. Eso, sin mencionar que se nos resiente un poco la autoestima.

Hubo un tiempo en el que acostumbraba a “decepcionar” voluntariamente a las personas que me rodeaban, una especie de recordatorio, un “hey pero también soy humana y me equivoco”. Pero es una trampa, un engaño. Y es el mismo juego de “pretender”, es sencillamente porque “duele” decepcionar, cuando has dado lo mejor de ti y al hacer lo que menciono te engañas, dices: lo decepciono voluntariamente cometiendo este error –aparentando- pero en realidad, no soy así y sí quisiera podría demostrarle lo genial que soy. Es una forma de autoprotegerte, una muletilla (que será un tema para futuras divagaciones).

Una cosa que he aprendido, es que cuando “nos culpamos” por una determinada situación, lo que estamos haciendo es proporcionándonos el “control” –imaginario- de la misma, dándonos según nosotros la posibilidad de cambiarla y nos embarcamos en una lucha muchas veces imposible de ganar o por lo menos lo suficientemente desgastadora y extenuante. No es fácil pretender cumplir con las expectativas de los demás.

Una vez que me di cuenta de mi conducta, deje de hacerlo. Afortunadamente con esos seres que llamo “amigos” he logrado una relación bastante sana, no perfecta aclaro, hace mucho tiempo deje de perseguir utopías. Una relación donde no hay apariencias, expectativas, ni decepciones, en la que puedo ser…Simplemente yo. Queriéndolos, apoyándolos y dando lo mejor de mí. Sin presiones, ni exigencias únicamente con libertad y con la certeza de que lo que recibo es lo mejor de ellos. Certeza que proporciona, únicamente muchos años de caminar uno al lado del otro.



Andromeda.

sábado, marzo 12, 2005

Palabras Palabras


A veces me hago la pregunta –aparentemente tonta- si las personas ¿realmente nos escucharemos a nosotros mismos? Es que me sorprende la facilidad con la que soltamos palabras hirientes y lo que encuentro penoso, que muchas veces van dirigidas a personas que queremos. “Malo eres no se daña a quien se quiere” dice la canción de “Bebe”, lo sorprendente es que muchas veces “sin darnos cuenta” lo que mas dañamos es lo que amamos.

Es curioso como en un segundo podemos decir algo que puede hacer que una relación se deteriore, perder la confianza de alguien o sencillamente herirla. Hace años alguien me dijo que cuando decíamos algo en contra de alguien, el efecto era como si rompiéramos un vaso de cristal, lo dicho no se deshace, podremos disculparnos eternamente pero deshacer lo dicho jamás… ¿Por qué será que estas lecciones de la vida se olvidan tan fácilmente? Bue eso es tema de otra divagación.

Esto debe ser, por la poca conciencia que se tiene del “poder de la palabra”. Las palabras si se saben dirigir bien pueden engañar, manipular, encausar, confundir y obviamente lastimar.


Tal vez el mayor reflejo del real poder de la palabra lo veamos en los medios de comunicación y su capacidad de “atontamiento/adormecimiento” a la población en general, que sin cuestionarse nada lo cree todo. Si esta escrito debe ser verdad es el pensamiento común. Es increíble como las personas pierden su capacidad de pensar, de cuestionarse y se dejan llevar hacia una realidad imaginaria, a creer promesas, argumentos y adoptar posturas políticas sin mayor reflexión. Como dijo alguna vez el rector de mi ex universidad “el voto desinformado es el más peligroso”, y esto es porque es la gran mayoría y en sus manos esta siempre las decisiones.


En fin, mejor me alejo de la política que no es uno de mis temas favoritos, pero del que tal vez divague un poco un buen día.



Andromeda.

jueves, marzo 10, 2005

El rincón de la divagación.

Como dice la “descripción”, este es un blog con pocas pretensiones, especialmente con pocas o ninguna expectativa.

¿Por qué? Porque cuando iniciamos algo sin esperar nada, generalmente terminas sorprendido y maravillado por los resultados. Como un niño pequeño al observar la envoltura de un regalo deseo dar inicio a este blog…

Andromeda.