viernes, noviembre 11, 2005

¿Me arrepiento?

Siempre he dicho que no hay cosa peor, que el arrepentimiento de las cosas que no hicimos/dijimos/etc. Que prefiero mil veces el “arrepentimiento” de una metidota de pata, que la sensación de “hubiera [tal cosa]”. Algún día, espero, exista una coherencia entre las cosas que digo y las que hago.


No dedicare este post a amores pasados, cosas que pudieron ser y no lo fueron, o peor aún “nunca sabré”. Hoy hablare de: ELLA.


En la vida de toda persona siempre existe ese ser que de una u otra forma influyó en su camino, ya sea por sus palabras o acciones. Persona, de la que aprendimos valiosas lecciones que no las encontraremos en ningún libro o universidad, lecciones que nos impulsaron a salir del carril de “borrego”, personas que nos iniciaron a recorrer una senda diferente a la de la homogeneidad.

ELLA, llegó al colegio –de monjas- como un vendaval, a causar estragos en un mundo esquematizado lleno de “el que dirán” mezclado con hipocresía y aliñado con represión; y como es lógico, todas la odiaron. Llegó y todo tembló; pero ELLA jamás abandono esa sonrisa cínica tan suya, su sonora –escandalosa- carcajada y su forma de ver la vida, irresponsable, políticamente incorrecta, mala influencia para una niña buena como yo o cualquier otra. ELLA que había visto “el mundo” y conocido cosas que nosotras no podríamos siquiera mencionar sin sonrojarnos hasta las orejas… y yop, que lo único que conocía hasta ese momento eran las blancas paredes de mi burbuja de cristal, burbuja a la que llamaba vida, sin saber que había algo más, que existía todo un mundo “allá afuera”.


Cuando pasé –obligatoriamente- un tiempo con Ella me di cuenta que era exactamente todo lo que decían y un poco más; pero había algo en Ella que me llamaba mucho la atención y despertó en mí una curiosidad que nunca antes había sentido, curiosidad… y no el rechazo que todas parecían sentir. Con el pasar de los días, por alguna razón me simpatizó, cuando antes la consideraba una molesta piedra en el zapato, mala y odiable porque eso era lo que todos decían que “debía”. Y por una razón todavía más inexplicable le caí en gracia, tal vez por mi inocencia, tal vez por mi ingenuidad o simplemente porque fui la única de mi grupo que la vio con curiosidad y no con rechazo. Y aprendí muchísimas cosas en su compañía, algunos podrán decir que a su lado deje de ser una niña buena, pero supongo que ellos nunca sabrán la verdad, porque jamás aprendieron a mirar con sus propios ojos, a experimentar con sus propios cuerpos, a pintar el mundo de colores y quitarle esa dicotomía de bueno o malo.


Nos alejamos cuando entré en la universidad, la amistad duró poco, “son esas cosas que suceden sin que te des cuenta”, tal vez a causa de mi emoción ante ese cambio que tanto quería, las llamadas se hicieron más distantes y luego inexistentes. Estaba tan deseosa de borrar todo y acabar con ese “pasado” quería empezar de cero, encontrar mi propio camino, que Ella fue una de las tantas personas que se quedaron en el cajón de recuerdos, que dejé abandonado en el rincón. Y para decir la verdad, no me pesa, no me arrepiento de eso. En el fondo siempre quise encontrármela en otra época, cuando ambas fuéramos adultas y mi imaginación volaba: ¿y si la veo que le diré? ¿Cómo estará? ¿Qué será de su vida? ¿Que será de la mía?


Hace un par de días la vi en un estacionamiento, iba con una de mis mejores amigas en dirección a mi coche; casí enfrente del mío, estaba un coche con la capota abierta y unas personas con cara de que no funcionaba, estaba una chica de espalda y le dije a mi amiga: ah!!! Mirá así es como me quiero cortar el pelo. Introduzco la llave a mi coche, la “Modelo” se da la vuelta y era ELLA, la vi y me vio, pasaron unos breves segundos de esos que te parecen eternos, ¿será?, volví a ver hacia su entorno sin saber exactamente que buscar mientras Ella siguió mi mirada con la suya, con expresión de aps no es con migo la cosa, la volví a observar, me introduje en mi coche y emprendí mi marcha mientras ella todavía me observaba.

No sé porque hice eso, así como tampoco pude explicarle a mi amiga qué ondas con esa tipa que se me quedo viendo raro, sólo sé que todo el transcurso del camino hacia la casa de mi amiga tuve esa maldita sensación de “debí haber…”, pero ya era muy tarde, en el camino a mi casa, al pasar por ese estacionamiento senti un irrefrenable impulso de cruzar hacia la derecha y dirigirme hacia él y me encantaría decir –escribir- que fue lo que hice, pero no.


La fantasía se rompió, ese ser que en mis recuerdos era tan genial, de otra dimensión, imposible que existiera en este planeta; ahora diferente, con otro cuerpo, sin esa mirada de poderlo todo. Me sentí un poco decepcionada. Supongo que será porque en el fondo prefiero que permanezca como en mis recuerdos y no darme cuenta ahora que no es tan genial como pensaba. O simplemente -y muy probablemente- todavía no me siento tan genial como me gustaría ser…Ni idea.


Bah, y se supone que odio las fantasías (un post que estaba escribiendo)…

Si este blog tuviera radio (la tecnología me supera), sonaría de fondo Crawl de Marion Raven, aunque más por la música que por la letra, la sensación al escuchar esa canción es parecida a la que tenía cuando escribí este post (hace ya muchas lunas xD)


viernes, octubre 14, 2005

Inutilidad

Una de las peores cosas que le puede pasar a una persona es que se lo hagan todo. A simple vista esto puede ser genial, pero no lo es. Porque cuando "el/la hace todo” falta, la persona se encuentra de cara con la triste realidad: Es un soberano inútil. La inutilidad que nace de la flojera de aprender algo -total si fulano lo hace-, debe ser de la peor clase.

Bueno, o al menos es lo que me ha pasado desde que mi hermano se fue a vivir a gringolandia (snif), como él siempre se ocupaba del mantenimiento de mi computadora y yo de lo más básico –entiéndase por usar el msn, bajar canciones, videos, mail, blog, llenarla de virus ejem- ahora que él no está, cada vez que el “cacharro” hace algo anormal entro en crisis, y luego de leerme como mil manuales llego a la misma conclusión: que no he entendido ni papa.

Hace tiempo leí un documento atacado de la risa titulado “pringao howto” y creo que pocas veces me he sentido tan identificada con un texto, eso perfectamente lo podría haber escrito mi hermano en sus interminables intentos de explicarme cómo se hacen las cosas “por si él faltaba algún día”, mientras yo preguntaba impacientemente ¿ya vas a terminar? Claro!!! ahora por más golpes en el pecho que me dé, no recuerdo ni media palabra de lo que me dijo (snif).


Eso y que para temas computacionales no doy una, soy totalmente “analfabestia”. Hace un par de minutos tuve problemas con un archivo y casi muero, sí me preguntan ¿Cómo lo solucioné? no sabría a ciencia cierta explicarlo. Y por la misma razón mi blogui :( no tiene música, a pesar de que encontre entre muchas cosas una pág con un tutorial que explica detalladamente cómo tener un radioblog, pero al parecer para mi cerebro la explicación no es tan detallada, porque me descargue todos los programas pero no capte na :( :( :(.

Pero me abstengo de mandarle un mail a mi hermano para consultarle que ondas con mi compu o pegarle un telefonazo a mi mejor amigo para que me auxilie. Debo dejar de ser una ignorante computacional!!!

viernes, octubre 07, 2005

JA!!!

Primer Intento

Padre regaña a Hija por llegar tan tarde todos los días.

Resultado: Hija llega más tarde que de constumbre.

Segundo Intento.

Padre le quita las llaves a Hija para que así la susodicha llegue temprano.

Resultado: Eran la 1 de la madrugada y Padre seguía esperando a Hija –sin llaves- para abrirle la puerta.

Tercer Intento.

Padre no deja a Hija sacar el coche para conseguir que no salga en la noche.

Resultado: Hija se va caminando tranquilamente y regresa más tarde que nunca a casa.


Cuarto Intento:

Padre amenaza con echar a Hija de la casa.


Resultado: Hija sin inmutarse empieza a hacer sus maletas ante lo que Padre se arrepiente de lo que ha dicho.


Conclusión: Podría hacer un sinfín de profundas conclusiones al respecto, pero me limitaré a decir: ¿Quién dijo que para ver una buena comedia era necesario encender la TV?

sábado, octubre 01, 2005

Nunca digas nunca.


"Nunca digas de esa agua no beberé", me decía mi amiga acompañando sus palabras con una sonrisa cínica y la mirada penetrante, mientras yo les juraba por vez número 2928303833039 que nunca tendría algo con él. "¿Pase lo que pase?" Me preguntaba la otra, entre escéptica y divertida y las carcajadas retumbaban en el coche, "¿y si él….?" Pase lo que pase!!! ¬_¬ le respondía yo, cambiándoles olímpicamente de tema (o al menos intentandolo), mientras mi pie instintivamente presionaba de más el acelerador, alejándonos a toda marcha del lugar, tal vez con la esperanza de que si me alejaba de él también lo harían mis pensamientos y sus comentarios ( hay que decirlo). Huidas geográficas les dicen.


Maldigo el destino que se empeña en torturarme con tu presencia, cuando menos lo espero
Maldigo ese lunes en el que te vi llorar desconsolado ante su ataúd…
Maldigo mis ganas de abrazarte y consolarte, mientras me quedaba paralizada simplemente observándote de lejos y mis amigas babeaban ante tu presencia.
Maldigo tu alegría al verme, desapareciendo de tu rostro por un segundo el dolor que se siente cuando alguien a quien quieres muere…
Maldigo tu sonrisa y todo por gustarme tanto…
Y me maldigo mil veces por poner la misma sonrisa estúpida, acompañada de mi “hola carlitos”.


Fantasías
Siempre he dicho que existen 3 clases de chicos (quitando de esta clasificación los amigos):

1.- Los chicos para ver.

2.- Los chicos para andar.

3.-Los chicos para tener algo.

Y aunque el planeta gire mil veces y mis amigas hagan todas las apuestas habidas y por haber….y tú, como la estrella fugaz que eres, te aparezcas en el momento menos esperado –como siempre-con tu clásica sonrisa, siempre serás chico clase 1. Alguien en quien me encanta pensar y observar, la perfecta fantasía…


He dicho.

viernes, septiembre 23, 2005

Con los ojos abiertos.

Que triste es conducir por “El Boulevard los héroes” en la noche, un día cualquiera de la semana. Hoy, mientras la lluvia cae rítmicamente en el vidrio de mi coche, veo a mi derecha Metrosur con la mayoría de luces apagadas ya sin vida, detengo mi marcha en el primer semáforo y me he encontrado con la misma escena día tras día, noche tras noche, incluso una tan fría y lluviosa como esta: Un niño pidiendo, descalzo, en esta noche temblando por el frío, porque a veces el Pulgarcito sólo parece frío para los más desafortunados, los que esperan bajo la lluvia, hambrientos, que una persona les regale un par de monedas, con los ojos tristes y los pies lastimados por haber estado en el mismo lugar aún cuando el sol brillaba en todo su esplendor.

Mi corazón se encoge en ese primer semáforo, mientras lo observo desde la comodidad de mi auto y un sentimiento desagradable se apodera de mí, saco las monedas que tenga o un billete, a veces he llevado comida para esos niños sin rostro, con la mirada triste y el futuro incierto. El semáforo se pone en verde, continúo mi marcha maldiciendo a sus padres por hacerlo pasar frío y los malos tratos de los conductores. En el tramo al segundo semáforo mi cerebro ya ha aceptado la idea de “niños de familia explotadora”. Pero antes de que mi cerebro procese demasiada información mis pensamientos junto a marcha son interrumpidas por el tercer -y mi ultimo- semáforo, me encuentro con otro niño de mirada triste, temblando del frío, pero esta vez no puedo maldecir a sus padres, a sus abuelos y todo su árbol genealógico, porque junto a él se encuentran dos viejecitos, de cuerpo débil y pequeñito, temblando, pidiendo dinero y aguantando la indiferencia del que conduce cómodamente su coche. Y es la realidad la que me recuerda que no siempre esos niños son explotados por seres viles, insensibles ante su sufrimiento, dicho sea de caso lo que todos queremos creer para sentirnos mejor, porque así todos saldremos impolutos ante la pregunta: ¿Quién tiene la culpa de esto? ¿A quién culpar ahora? ¿Al Estado?

¿Cómo haces para no ver esto? ¿Es que no sientes nada? ¿No te importa? ¿Cómo hace para cerrar tus ojos, día tras día, noche tras noche y que esta escena no exista? Daría algo por preguntárselo a todas esas personas que manejan orgullosos sus coches ultimo modelo rumbo a sus importantes trabajos, que visten esos trajes de los que presumen entre los amigos y conocidos, porque he visto gritarles, amenazantes, para quedar de “machotes” ante su pareja, ignorarlos o simplemente cerrar el vidrio como señal inconfundible de que ni un centavo se escapará de sus bolsillos. Y he sentido una gran vergüenza de ir sentada a su lado, o simplemente observar la escena desde mi coche.

Estamos perdiendo nuestra capacidad de asombro, creemos que porque son tantos es porque es normal, lógico, así tiene que ser, es la ley de la vida, como hay ricos hay pobres. Y nos deja de importar, dejamos de sentir y cerramos los ojos. Porque lo que importa es el trabajo, las responsabilidades, pagar la letra de lo que sea que paguemos, ahorrar para comprar lo que deseamos… Acumular capital.

No quiero cerrar mis ojos, no quiero olvidar este sentimiento, no quiero al final de mi vida, ser como esas personas orgullosas de sus triunfos, sus títulos, sus trabajos, que creen que pobre es el “haragán” (holgazán) que no quiere trabajar y lo dicen en las reuniones sociales sin inmutarse. Quiero algo más, en silencio, sentir que hice algo, pequeño ante los ojos del mundo, pero grande ante esos ojos tristes y futuro incierto. Quiero recordarlo cuando tenga la capacidad económica de dar más que un par de billetes o alimentos que a veces siento que caen como esas gotas al vidrio de mi carro, sin efecto, sin solucionar nada.

Some day…I hope

sábado, agosto 27, 2005

Creencias.

¿Crees en el destino?
No somos más que actores siguiendo el libreto de una historia sin fin, todo tiene una razón de ser. No existe el temor ante la inseguridad que produce el futuro, lo incierto, lo que no podemos controlar o predecir, el resultado de esas acciones muchas veces erróneas...Porque al final todo pasa por algo, porque al final todo está escrito.

¿Crees en la casualidad?
No somos más que un accidente en el universo, una unión de factores inexplicables, ilógicos que simplemente están allí, pero que pudieron haber sido diferentes.

¿Crees en ti?
No somos más que el resultado de nuestras propias acciones, somos nosotros los que vamos, pasito a pasito construyendo nuestro camino, distrayéndonos y tropezando, divagando y cambiando de ruta.

¿No crees en nada?
No somos más que un grupo de seres atemorizados ante la vida, buscando desesperadamente un sentido, un significado, perdidos en un mundo de simbolismos y significados que nuestros antepasados crearon. Aferrándonos a ellos, separándonos y juzgándonos en base a ellos, demasiado aterrados de siquiera ponerlo en tela de juicio, porque perderemos esa preciada “Seguridad”. Es por eso que te alejas de toda creencia, significado, símbolo o tradición, de esa fantasía, pero sin darte cuenta tu mismo creas una nueva fantasía, la del control, buscas obtener esa misma seguridad.

Sí realmente deseas conocer a una persona, sus creencias, es una de las cosas más importantes que debes observar. Y tal vez en el camino, logres conocerte un poco más a ti. Lo que crees, te define, limita tus acciones, te hace predecible, te predispone a rechazar u aceptar a una persona, o simplemente “dejarla vivir”. En base a eso, tomarás cada experiencia que vayas acumulando en tu vida. Dependiendo de eso serán tus mecanismos de defensa, tu forma de amar y encarar la vida, de esconder u afrontar tu temores, frustraciones.

Y tú ¿en qué crees?

sábado, agosto 13, 2005

La Manipulación: Segunda Parte.

Herramientas Manipulatorias:

Por la naturaleza propia de la manipulación, estas herramientas deben ser imperceptibles. Ya que como expliqué en la Primera Parte, para manipular a una persona es básico que esta persona no sepa que es manipulada. Por lo que, su uso debe ser limitado. Ya que sí se emplean de forma reiterada, se corre el peligro de ser descubierto y/o que el sujeto manipulado llegue al punto de ser inmune a la manipulación. Precisamente este es un error muy frecuente, se le encuentra a la persona un punto débil y se le explota. Cada persona tendrá un punto débil diferente y una herramienta que puede ser efectivísima con “y” será inútil con “x”, es por lo que como dije en mi anterior “divagación” el manipulador –no promedio- desarrolla una amplia sensibilidad y conocimiento psicológico de las personas, estudia sus creencias, sentimientos, acciones, el origen de cada uno de sus comportamientos y reacciones. Para algunos el punto débil será una desarrollada sensibilidad –o sensiblería- para otros será su propio ego.


1.-La Culpa:


Esta es una de las herramientas que más se asocian al manipulador, al cual consideraría de tipo 1, por la poca dificultad que ésta requiere. Por regla general es una herramienta que se les atribuye a las mujeres.

La culpa, es un sentimiento desagradable que ata nuestra voluntad y nos hace sentir mal, por lo que es una muy poderosa herramienta de manipulación, tan poderosa, que es una de las pocas que tienen efecto incluso cuando están al descubierto, ya que el manipulado esté plenamente conciente de la manipulación no implica que quede libre de ella, el deshacerse de ese sentimiento es algo que no muchos logramos, requiere cambios que no todos tienen el valor de hacer y sobre todo, exige un enorme conocimiento de si mismo.

El punto débil, en este caso es "la sensibilidad" del individuo. El manipulador se ubica en una posición de ventaja emocional. Por los sentimientos que genera, esta constituye una de las manipulaciones más difíciles de safarse. En mi viaje por este valle de lagrimas xD, he tenido la oportunidad de estudiar/analizar a muchos de estos manipuladores, diferentes tipos de personalidades, una sola herramienta. Y desde luego he tenido la oportunidad de analizar a su manipulado.

El procedimiento es simple, para que pueda ser llevado a cabo el manipulado debe tener como condición sine quanum una desventaja afectivo/emocional, ya sea porque posee un lazo afectivo que pueda ser utilizado, creándola por medio del uso de la transferencia de responsabilidades, etc. En la manipulación se da una distorsión/exageración de la realidad.

Partimos de la idea de que no cualquier persona nos afecta lo suficiente como para hacernos sentir culpable. Esta desventaja emocional nacería por ejemplo cuando al entablar una relación (en el sentido amplio de la palabra), en el caso de los amigos, poco a poco esa persona va ganando tu confianza y sobre todo tu afecto, sus palabras tienen un efecto muy especial en ti, su sufrimiento ya no te es indiferente, te vuelves vulnerable, y lo haces gustoso, porque lo quieres, porque confías. Al tener ese status el manipulador adquiere dos elementos muy importantes, primero el lazo afectivo, y segundo un conocimiento clave del individuo: Sabe “donde es que duele”, conoce todos esos puntos débiles y hasta donde pueda llegar su sensibilidad. Esto lo sabrá poniendo a prueba al manipulado, no necesariamente el primer golpe es el objetivo que desea conseguir, ira logrando pequeños objetivos hasta llegar a donde desea, sin arriesgar, porque sabe que si no lo consigue de esta manera habrán muchas otras.

Al tener esa desventaja emocional, una de las estrategias es utilizar la “transferencia de responsabilidades”, el manipulador crea una especie de ficción en la que tus acciones tienen el poder de generar su felicidad o infelicidad, te hace el culpable de su sufrimiento y lagrimas. También puede sembrar el temor de pérdida irreparable de la amistad, la cual jamás volverá a ser igual.

El lazo afectivo, no necesariamente tiene que ser con el manipulador, puede utilizar el lazo que existe con alguien más. Por ejemplo la esposa que desea que su cónyuge pase más tiempo en casa utilizará a su hijo para hacerlo sentir culpable. El padre que desea lo mismo de su hijo y sabe que sus gritos/amenazas son insuficientes utilizará a la madre como pretexto. En el caso de ser el poseedor de dicho lazo: La madre, experta en el campo de la manipulación con un par de palabras dramáticas y posiblemente un par de efectivísimas lágrimas lo dejará fuera de combate.

Existen personas que las características mismas de su personalidad las hacen proclives a ser manipuladas. Esto se da comúnmente porque la sociedad (o la religión) va condicionando a la persona a ser buenos, al punto que duela, sacrificarte por alguien es bien visto…”el dolor purifica el alma” como me dijo una monja una vez (yo casi con infarto). Por lo que la idea de ser los causantes del dolor de otro o agravárselo les causa pavor, vergüenza, de que socialmente sea tildado de malo: malos hijos, malos hermanos, malos amigos, etc. Y lógicamente ser rechazados por ello. El manipulador lo sabe y toma nota de ello.
También está el cado de las personas que tienen una gran “necesidad” de afecto, desarrollan un gran temor de ser abandonados, quedarse solos, de perder a sus “preciados” amigos, que por regla general será cualquiera que le regale una sonrisa o tenga un gesto medianamente amable, este tipo de personas son fácilmente manipulados, aunque no por cualquier persona, únicamente por aquellos a los que éste considere importantes, tienen un desarrollado sentido de “pertenencia”, por la cual llegarán a limites insospechados.

La culpa vista desde la otra cara de la moneda.

Esta es sin duda una de las posiciones mas incomodas y desagradabas en las que alguien se puede encontrar. En teoría el manipulado es una persona que se enfrenta a un tipo de represión, encuentra su conducta encausada a caminos -en su mayoría- que no desea como es normal en la manipulación, pero como agregado, en este caso por la característica de la manipulación, enfrenta sentimientos como: Rabia, frustración e impotencia. Especialmente cuando sabe que esta siendo objeto de manipulación y "aparentemente" no puede con ella. El manipulador crea un muro –emocional- infranqueable al rededor del manipulado.

Son muy pocas personas las que nunca han sido objeto de este tipo de manipulación. ¿Existe alguna formula mágica para evitar serlo? ¿Cómo luchar contra este sentimiento? ¿Es posible dejar de sentirlo? (me sentí como libro de autoayuda xD) Ese, es el meollo del asunto, o como dice un amigo "ahí esta el mambo"

Como se trasluce en mis anteriores escritos, no soy partidaria del "dejar de sentir", una persona podría tomar la efectiva pero errada (en mi humilde opinión) actitud, de andar por el mundo protegiéndose emocionalmente del resto, por medio de una barrera emocional, sin permitirse crear ese “lazo” y así evitar ser vulnerable. Pero como he dicho antes: Todo sentimiento, por más desagradable que sea, es una señal de nuestro inconciente que no debemos desatender so pena de pasarla peor, mucho peor. Prefiero centrarme en idear en el "qué hacer con ese sentimiento y como evitar que te domine", que en el pensar una forma de evitarlo.

Quiero aclarar que, no es que siempre que sintamos culpa existe del otro lado una persona queriendo manipularlos. Es por eso que digo que se necesita un amplio conocimiento interno.

El darnos cuenta de que se nos desea manipular no siempre desaparecerá el sentimiento, algo que me funciona muchísimo a mí, es el tratar de ver al manipulador, como una persona que me quiere obligar de mala forma a hacer/no hacer algo. Hay que ver al manipulador como es, una persona que –independientemente sus motivaciones- nos está obligando, nos está nulificando como persona y nos está convirtiendo en un títere que maneja a su antojo. Nos está arrebatando una de las cosas que considero más importantes: La Libertad. Libertad para decidir a donde queremos ir, con quien deseamos estar, en que emplearemos nuestro tiempo, que cuando es escaso se vuelve valioso. En este caso me gusta ver al manipulador como una persona que no tiene ni una pizca de respeto hacia nuestros sentimientos, deseos, necesidades y mucho menos hacia nuestra voluntad. Es una persona que no le importa hacernos sentir mal con tal de obtener un objetivo. Al hacer esto me estoy valiendo de una reacción psicológica bastante lógica, estoy sustituyendo el sentimiento de culpa por el sentimiento de “sentirte engañado”.

Una de las cosas que siempre he apoyado, es lo que para efectos de esta "divagacion friky" llamare como "egoísmo saludable". El cual está basado en que toda persona tiene necesidades "básicas", para obtener una mediana felicidad. Necesidades que obviamente dependen de cada persona: Por ejemplo el poder emplear su tiempo, dinero, en si mismo El poder pasar tiempo de calidad con su pareja, amigos, etc. Eso, por dar un ejemplo. Al poner esos límites, creamos un círculo imaginario, que debemos respetar y hacer respetar. Seguramente por algún motivo determinado deberemos sacrificar alguno de esos puntos, pero el punto radica, en "La Libertad".

Esto es en realidad una de las cosas más difíciles de hacer. Especialmente cuando crecemos en una sociedad -apoyada por la religión- que nos dicta como debemos ser: Buenos, desinteresados, pensar siempre primero en el prójimo. Son conceptos que creemos opuestos ya que tenemos esquemas muy rígidos del bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. El problema reside, en que ese mundo ideal en el que debemos actuar así, no existe. Y si andamos por el mundo siguiendo ese esquema al pie de la letra, siempre seremos victimas de los manipuladores (tan malos ellos :auto: ). Por lo tanto, lo primero que necesitamos hacer es aclarar conceptos. Al decir "egoísmo saludable", no me refiero a que vamos a andar por la vida dañando al resto y rechazando darles nuestra ayuda y todo ese concepto típico que acompaña a al "egoísmo" (ser malvado, despiadado y blablabla yara yara)

Una vez, hecho lo anterior, tenemos que tomar en cuenta lo siguiente: El manipulador una vez que se de cuenta que ya no puede dominarnos por ese medio, abandonando la herramienta, lo cual no significa que no intente utilizar otras.


Continuara...

domingo, agosto 07, 2005

La carretera de mi vida.


Independientemente si eres la “litoral” o la “panamericana” eres esa calle mágica que me transporta a mi pasado o a mi futuro. Un pasado del que me alejé a paso veloz por la emoción de un futuro incierto. Ahora, que me veo obligada a regresar a ese pasado, vuelvo a ti y cada vez que te transito una sensación extraña me embarga, de nostalgia por las cosas que dejo: recuerdos, risas, amigos, sueños, aventuras, amores pasados o presentes, que me hacen valorar cada vez más el momento del retorno. Pero también una sensación de emoción al pensar en nuevas aventuras, experiencias, sensaciones, sabores e ilusiones…

A veces siento que el coche se llena de gentes que alguna vez me acompañaron, recuerdo cada parada que hicimos, cada broma, chiste o chisme, cada “si no quitas a Estopa juro que te lanzo el CD por la ventana” xD.

Han sido semanas muy buenas, en las que simplemente me he dejado guiar, sin la lucha de querer alcanzar ese control, únicamente relajándome y disfrutando el panorama incluso esos pequeños problemas que se presentan en el camino, porque sé que es pasajero, porque sé que es un pequeño lapso de tiempo para mi, para replantearme mi futuro, para reestructurar mi vida y hacer todos esos cambios que estaba necesitando…

Ahora, se me presenta una nueva oportunidad, un nuevo cambio, y no puedo evitar que en mi rostro se dibuje esa sonrisa de aquel que se sale con la suya :P

jueves, agosto 04, 2005

Procesos espirituales de una pulgarcita. Primera parte.

¿Creyente?, autómata, anti-religión, agnóstica, atea.


Hace ya muchos meses, hablaba con mi padre sobre la fe, éste me decía que la fe es un don, algo que se posee o no se posee, luego de mucho hablar llegamos a la “sabia” conclusión que ninguno de los dos poseía una pizca de dicho don. Me gusta esa definición ya que se apega a lo que pienso de la fe y esos rollos. Siempre la he considerado como un “sentimiento”, algo imposible de aprender, heredar o inculcar a diferencia de rollos como la política, etc.

Vengo de una familia bastante católica donde puedes encontrar desde el mayor fanático religioso hasta el típico católico “disel” como dice mi hermano xD (por el “dice él”). Mi familia nuclear (entiéndase como padre, madre, hermanos) es del tipo “católica disel”, el que se llama católico pero va a misa “de vez en nunca” y así sucesivamente. Así que siempre me creí “creyente”, mucho antes de entender a ciencia cierta lo que esto significaba o incluso en qué estabas creyendo.

Entonces, para que las niñas –mi hermana y esta servidora- tuvieran una formación religiosa adecuada mis padres nos inscribieron desde pequeñas en un colegio de monjas. Siempre me caracterice desde pequeña por tener una personalidad bastante inquisitiva, me gustaba preguntarlo todo, cuestionarlo, razonarlo no simplemente “actuar de acorde a” causándoles mas de un dolor de cabeza a las monjitas y al cura de turno. Muy probablemente gracias a eso, con el paso de los años no llegue a sentir eso llamado fe, nunca llegue a ser una persona creyente. Lo que equiparo a ponerle pausa a tu cerebro, tu razonamiento y simplemente aceptar algo como verdadero. Me sentía diferente, rara, pero obligada a “realizar las actividades del colegio” como ir a misa, confesarme, ir a convivencias (esas eran entretenidas), como una especie de autómata, deje de seguir cuestionándome, porque después de todo “los adultos siempre tienen la razón”. Pero esa falta de sentimiento permaneció en mí, escondido en un rincón. Tengo muy presente una convivencia en especial, estábamos todas (colegio religioso, sólo de féminas) sentadas en el pasto mientras nos daban una charla bastante melodramática de Dios, lo mucho que sufrió Jesús, y no recuerdo que más… y de repente, veo como a poco todas mis compañeras empezaron a llorar, pensando en el arrepentimiento, en lo pecadoras que eran, etc. Creo que ese momento está en mi “top 5 ” de situaciones incómodas: ¿Y ahora qué hago? ¿Lloro también? Pero no quiero llorar ¿yo que culpa que se lo hayan “echado”? Además no tengo motivo para llorar, me siento feliz. Mientras sentía la mirada asesina de las monjitas, el tipo de la charla me veía raro y mis compañera se consolaban mutuamente yo pensaba: que ridículo esto, pero vamos!!! Rápido piensa en algo triste, Ah si pobre Anthony se cayo de caballo y se murió (Candy Candy), pfff que termine esto rápido. Creo que fue el momento en el tuve la seria sospecha que el “chip” creyente me faltaba, claro, en ese momento pensé que era un desperfecto de fábrica, estar entre tanto creyente te hace sentir como que el “errado eres tú”.

Cuando salí del colegio, deje todas esas cosas, no volví a poner un pie en misa y sentí la libertad que da el poder seguir cuestionándome, cuestionándoles, aprendiendo, la libertad de pensar y seguir cualquier incoherencia que salga de tu cabeza, pero al fin y al cabo es TU incoherencia. Y como es lógico, me fui al otro extremo de la moneda, me convertí en una “anti-religión” me gustaba hablar con personas religiosas y debatirles, me volví bastante buena en ello, creo que mi mayor logro fue poner en “jaque” a una de las personas más fanáticas que he conocido.

Luego de un tiempo me aburrí de mi papel y me di cuenta de lo absurdo que era. Y seguí mi camino, pase un tiempo en ese limbo y alguien me motivo a buscar la fe, no desde el punto de vista impositivo, siguiendo lo que te dijeron, sino en tratar de verlo desde otros ojos sin mis prejuicios y trabas mentales, simplemente para ver qué pasaba. Me convenció y creo que en el fondo quería saber si era capaz de creer. Y ante el asombro/shock de mi familia, me metí a una comunidad religiosa de esos movimientos juveniles, que era formada por una serie de grupitos formados de acuerdo a la edad y que era orientada por un hermano marista, comunidad en donde estaba uno de mis mejores amigos, llegue sin mis prejuicios y súper razonamientos, mis preguntas iban encaminadas ya no a rebatir, sino a aprender, tratar de entender. De entrada fui súper sincera con ellos y estos me recibieron demasiado bien, siempre pacientes a mis preguntas, con los que llegue a formar un lazo amistoso. Incluso fui a uno de sus retiros espirituales en Guatemala y creo que es uno de los recuerdos mas bonitos que tengo (no la experiencia religiosa), me agradaba la gente, sus actividades, sus cantos, bailes, su simpleza y buena onda. PERO el dichoso sentimiento nunca llego, así que a pesar de sentirme muy a gusto con ellos, los abandoné.

Fue como el momento de “no, definitivamente esto no es para mi”, buscando definirme una vez me explicaron lo que significaba ser “agnóstico”, me lo pusieron algo así como un ser escéptico, te creo si me lo compruebas, una persona racional. Y sin mucho análisis lo adopté, hasta que posteriormente me dije, no, el término adecuado es “ateo”, creo que en el fondo le temía un poco, por los prejuicios, por la gente, pero al final no me importó.

Ahora, me gusta mucho hablar con personas religiosas el preguntarles ¿por qué crees? A veces siento que busco ese chip que me hace falta que me hace ser diferente, sin embargo me gusta serlo, el ser racional, el utilizar la lógica, el no necesitar “algo” que me de valor, el creer en mis propias capacidades, el sentirme autor de mi propia historia no simplemente “actor”: alguien que sigue lo que ya esta estipulado, lo que esta escrito, el destino dicen algunos…

sábado, julio 16, 2005

Pérdida.

Estar en un lugar que no quería estar, con gente a la que no quería ver, chistes de los cuales no quería reírme, música que no me dice nada, bebidas que sólo sirven para engañar mi mente y mi cuerpo, afectos que no se me apetecía corresponder…Y una negra nube de humo que se confunde con mi presente.


Me extraño. Siento como que en este ultimo tiempo hubiese cambiado de piel, dejando todas esas cosas que me encantaban de mi, que me hacían tan feliz, las perdí en el camino. Permití que se quedara en el olvido, en la inercia, en la vacilación, en la pereza y el miedo. Siento como que de alguna manera hubiese perdido el rumbo, mi camino.

Hoy me recordé, y todas esas cosas que pensaba, las ocurrencias que tenía, mi forma de reír, soñar, hablar, pensar, amar y sobre todo, mi forma de luchar con todas mis fuerzas, sin importar que el mundo me susurrara al oído que no lo lograría, porque era testaruda, apasionada, alegre y amaba la vida con la misma intensidad con la que la odiaba por no quedarse tal cual.

Y por mas que la busco no la encuentro, por más que la llamo no aparece. ¿No escuchará mi grito en el silencio? ¿Cómo hacer para que vuelva a mí? No encuentro manera de recuperarla y temo que no volverá. ¿Podré mutar de nuevo? ¿Será esto pasajero? ¿Será esta LA oportunidad para escapar de esta piel, que me daña, que marchita mis sueños y deseos?

viernes, julio 15, 2005

Tú.

Podría decirte que el tiempo cura todas las heridas.
Podría decirte que lograré olvidarte.
Podría jurarte que algún día volveré a amar con mayor intensidad.
Podría mentirte y decirte que todo esta bien.
Podría engañarme y aceptar a otro que no seas tú.


Podría hacer tantas cosas excepto, excepto aquello que realmente deseo. Y el tiempo pasa y nos volvemos dos extraños, los que antes se conocían tanto y se decían todo, los que se necesitaban y se buscaban en cada instante, de los que ahora ya no queda nada, solo recuerdos de un pasado triste y confuso, de una gran amistad que se perdió por culpa del amor.

El tiempo que no perdona continúa su camino, hasta que llega el día del encuentro… Y el tiempo se detiene, nos invade ese silencio que grita todas esas cosas que preferimos callar, las preguntas que nunca nos haremos, la mirada que me lo dice todo y lo pregunta todo. Y me estorba su compañía, me gustaría que fueras tú, el que esta ahora a mi lado. Y empiezo a odiarte. Y pretendes que este eterno segundo solo sea tuyo, que nada más importe, el tiempo, los compromisos, los amigos, su presencia. Porque tú lo dejas todo, para robar otro segundo de esta historia que hace mucho acabo.

lunes, julio 11, 2005

Cuando la razón no es suficiente.

Una de las cosas mas “simpáticas” que me han dicho, y justo mi mejor amigo, una de las personas que mejor me conoce, es que “mis palabras se las lleva el viento”. Y eso es, porque soy una excelente “aconsejadora”, mis razonamientos son súper fumados y soy la experta en el “resuelva su vida en los siguientes pasos”. Pero cuando llegamos a la parte de la actuación, de MI actuación todas esas cosas se van de paseo. Incluso en una de esas indirectas tan propias de él, pero tan asertivas, me dijo "hey esa canción me recuerda a ti" mientras sonaba en la radio "a cara o cruz de Ricardo Arjona", y mientras le lanzaba la típica mirada asesina que surge cuando alguien nos dice una de esas “verdades molestas” pensaba: desgraciado, tiene razón

No sé porque será tan difícil, el simple acto de tomar una decisión y apegarte a ella. ¿Por qué cuesta tanto emprender un proyecto que tienes que hacer? O sencillamente hacer lo más adecuado, correcto, lógico, saludable.Cuando la razón no es suficiente, cuando la lógica y la cordura se pelean con nuestras emociones. Justo cuando sabemos exactamente cual es la solución “mágica” a nuestros problemas…Nuestras emociones, pereza y nuestros temores llegan a complicarnos la existencia. Y parecería que su única misión es minar nuestros propósitos, proyectos, tranquilidad y felicidad. Siempre he dicho que las cosas no son complicadas, somos nosotros mismos los que vivimos empeñados en complicarnos la existencia. Pero ¿a que se debe esta “bendita” costumbre? Se deberá seguramente a los elementos que acabo de mencionar: El miedo, la flojera y a un elemento que dejaré como “indefinible”.

*El miedo: ¿miedo a qué? Miedo a cambiar. Este elemento es el que más afecta a las personas y a mi persona. El temor a perder esa bendita seguridad, la seguridad de lo ya conocido, acostumbrado y monótono, muchas veces hace que fracasemos en nuestros proyectos, que no vayamos a muchos lugares y que nos quedemos en el mismo lugar, molestos por haber fracasado una vez mas. Incluso, esta el temor a el éxito o como dicen algunos “el miedo a la felicidad”, creo que es una de las cosas mas complicadas de entender. Toda persona que tenga una lógica normal, pensará ¿pero por qué se le va a tener miedo a lograr las metas, a la felicidad? Sí, suena súper incoherente, pero esto es porque por regla general las personas idealizamos los resultados, el futuro. Cuando cumpla mi cometido seré feliz, pero el problema es, que la realidad dista mucho de nuestra “idealización” lo que nos hace sentir frustrados. Y es por lo que nos quedamos “luchando” por una meta pero sin realmente conseguirla para así continuar alimentando esa fantasía.

*La flojera: En mi humilde opinión, el miedo es el sentimiento y la flojera es el reflejo o resultado de ese sentimiento. Por ejemplo tenemos que hacer un trabajo determinado, o que estamos en parciales –exámenes- y tenemos una materia muy importante ya sea porque es la última o porque le tenemos un poco de miedo (porque el catedrático tiene fama de quebrador o lo que sea) y la fecha se acerca y se acerca, el tiempo pasa y pasa y nosotros nos enfrascamos en cualquier tipo de actividad menos en la que deberíamos o la que sería más lógica: Ponernos a estudiar de una buena vez, y la fecha se acorta y nosotros nos preocupamos aún mas. Siempre he comparado este tipo de situaciones como si nosotros estuviésemos parados en medio de la calle y viéramos un camión que se dirige hacia nosotros a toda velocidad, se acerca, se acerca y nosotros paralizados no nos movemos. Es como si el miedo nos atara y nos impidiera seguir lo que la razón u la lógica nos dicta.La flojera, tiene muchas formas de manifestarse. No necesariamente ponernos el “gorro” de flojonazos e irresponsables, muchas veces se disfraza de desinterés y empezamos a bajarle la importancia al asunto y le empezamos a dar largas y largas, acá es donde entran todas las herramientas del auto-engaño y la racionalización.

*El elemento indefinible: No es que sea indefinible, en realidad no lo he querido limitar, deseo dejarlo un poco amplio. Esto, se explica de la siguiente manera: Cuando nosotros “debemos hacer algo relativamente importante”, lo que pasa el 99.99999999999% de las ocasiones es que tenemos siempre al lado alguien presionándonos en que nos pongamos a trabajar. Es el elemento “externo” de la situación, a veces nuestros padres que nos preguntan cada medio minuto, por ejemplo qué tal vamos con el trabajo aquel que teníamos que hacer, o si ya empezamos a estudiar por el examen. O son otras personas que nos preguntan por ejemplo lo típico ¿Y al fin ya saliste de la universidad? ¿Qué carrera vas a estudiar?, y un largo etc.Es la presión externa del caso, y lo que hace es causarnos más estrés, y en vez de echarnos la mano es como si nos ataran y nunca pudiésemos dar ese paso.
Este elemento “indefinible” es la presión externa pero entra el “efecto” que nos causa, generalmente cuando nos sentimos presionados u obligados lo que hacemos es cerrarnos mas. Como cuando se nos apura a hacer alguna actividad, lo hacemos más lento. Es una reacción bastante normal y una forma –falsa- de encausar la energía o la confusión que sentimos. Es súper raro como en vez de ser ese empujoncito externo una ayuda es en realidad una traba mas en nuestro camino. En vez de escuchar consejo nos cerramos más y nos sentimos doblemente molestos. Molestos porque se nos presione y molestos porque en el fondo tienen razón.

¿Cómo sobrellevar estas situaciones “cerebro versus emociones”? Momentos en los que nuestro cerebro se encuentra como atascado y es incapaz de ponernos en marcha. Ni idea, yo he aprendido, como todo en mi vida que darme cuenta de lo que siento y por qué lo siento es algo especialmente liberador y útil. El poder identificar cada uno de nuestros traspiés no es suficiente, es necesario analizar con lupa de forma honesta la situación, lo que sentimos y ver sí realmente la situación es complicada y nos sobrepasa, o somos nosotros mismos los que la estamos complicando. ¿Por qué? Porque la mayoría de casos, es esta última. Y una vez que aprendemos a identificar nuestros auto sabotajes podemos, finalmente lograr esas metas que tanto deseamos, debemos realizar, etc.

sábado, junio 18, 2005

Que tan compasivos somos en realidad.

Respecto a la naturaleza humana mares de tinta han sido ya vertidos, que el hombre es el lobo del hombre, que el hombre nace bueno pero es la sociedad el que lo corrompe y una interminable lista.

Muchas veces me he preguntado ¿Cuál será la versión correcta? Y cuando veo a las personas, a veces pienso que vivimos en una especie de “bondad aparente”. Me sorprende de sobremanera la necesidad de las personas de mirarse, sentir y tener la imagen de “bueno”, especialmente esta última. Si sucede un hecho digamos repudiable y que tiene la suficiente publicidad y trascendencia, todos corren poniéndose el gorro moralista y sacan sus mejores discursos sensibleros y podría apostar –y probablemente ganar- que a la gran mayoría este hecho no le afecta en lo mas mínimo, pero eso sí todos tienen que repudiarlo y hacer gala de su compasión, sensibilidad y bondad.

Desde luego que todo esto es por el gran condicionamiento que poseemos, un rígido esquema de lo que tiene que ser bueno y malo. Un esquema forjado a base de temor, repudio y rechazo. Claro todo esto se debe a la enorme influencia religiosa que tenemos, que es experta en regir conductas a base de temor.

Pero tratando de no desviarme demasiado del tema principal, ¿Cómo somos los seres humanos realmente? ¿Qué tiene de especial el poder que logra corromper de esa manera el espíritu? ¿O es que ese espíritu ya estaba corrompido? Es que a veces me parece sorprendente que existan esos seres capaces de actos de bondad y compasión impresionantes como por ejemplo la madre teresa de Calcuta y que al mismo tiempo existan seres capaces de causar muerte y sufrimiento.

¿Será que no soy capaz de entender el razonamiento de estos seres tildados por la historia de “tiranos y villanos”? Lo que más me ha llamado la atención es que estudiando la historia de estos personajes y conociendo sus motivaciones, realmente en sus pensamientos no estaba el “hacer el mal porque si” o que su objetivo era causar dolor y muerte. Es increíble también como buscando el “bien” se puede hacer mucho daño.

Personalmente me niego a dar una definición única de la humanidad, tildándola de “buena, mala”, es tanta su diversidad que las palabras serían insuficientes para clasificar y definirla. Lo único que sí puedo decir, es que la gran mayoría de las personas no son lo que aparentan ser.

Y cada vez me sorprendo más de la importancia o lo significativo, que es para el desarrollo de la personalidad de una persona, cada experiencia, la influencia familiar. Como puede ser la diferencia en que el “resultado” sea “un tirano o un santo”. También de cómo la sociedad, el Estado, etc. nos va encausando, nos dice como ser, como sentir, desde la educación básica nos van forjando como pequeños peoncitos que debemos contribuir para el gran sistema, para la generalidad, nos vamos olvidando de la individualidad, tapando lo diferente, eliminándolo si es posible.

Estos días me he estado cuestionando mucho esto, gracias a dos “artículos” que leí:
-Uno era de un periódico mexicano que me gusta leer, llamado La Jornada: Este en particular, presentaba el planteamiento de que es peor ser Indiferente que malo, cosa que yo siempre he creído al revés pero que fue el detonante de este mi cuestionamiento divagatorio del día de hoy. Siempre me he considerado “indiferente”, ¿seré peor que mala? El artículo básicamente decía, que el malo venía de un sentimiento, una creencia, una postura; por lo que podía ser cambiado, en pocas palabras todavía había esperanza para ese individuo. En cambio el indiferente era diferente, era un ser distante, desinteresado. Jajaja No tengo esperanzas!!!. Pero, analizando a las personas, viendo reacciones, he llegado a la conclusión que al menos el 70% de los que se desgarran las vestiduras por un hecho “x” simplemente lo hacen por postura, por apariencias, pura hipocresía, pero en realidad les da exactamente lo mismo. Como el que a la salida de la Iglesia le da una moneda a un “pordiosero” porque la gente lo ve, pero que si no lo ven los trata mal. ¿Qué será lo terrible de decir “no me importa, no me afecta”? Es como que si necesariamente tenemos que funcionar por ese sistema de: Presenciamos/leemo un hecho triste/una injusticia, etc. nos tenemos que poner en el [sensitivo mode on].

-El otro fue una página web extremadamente paranoide pero que decía cosas MUY interesantes, la que llegó a mis manitas gracias a Don Benengeli. Dejo el link, es larga pero vale la pena echarle la ojeada .
http://perso.wanadoo.fr/metasystems/ES/SilentWeapons.html La cual habla de la facilidad con la que nuestras vidas pueden ser manipuladas, dirigidas, limitadas y controladas por esas personas poseedoras del “poder”. Y todo esto gracias a nuestras propias falencias, nuestro temor a tomar las responsabilidades por nosotros mismos, la necesidad de seguridad y protección y etc. Claro esta es la escena donde salta Don B. y me dice que la página en cuestión hablaba de muchísimo más :P

Como dije, esos dos artículos me han dejado pensando muchísimo, sin mencionar que me propuse complicarme la existencia leyendo a Don Descartes. Así que estoy bastante existencialista estos días :P

miércoles, mayo 18, 2005

La Manipulación: Primera Parte.

"Manipulador tu, manipulador yo, manipuladores todos”


Esta es una de las conductas que mas curiosidad me causan y que todos poseemos. Pero la diferencia es que no todos lo admitimos, muchos se ponen el gorro de “no me doy cuenta” o caen en la negación ya sea interna –autoengaño- o externa. ¿Yo? Dejémoslo en que soy una manipuladora jubilada, vaya al menos lo intento xD.

Esta es una de las primeras conductas que el ser humano aprende, al verse imposibilitado de expresarse, el bebé llorara cuando tenga hambre, necesite cambio de pañal o cuando se despierte, luego con el paso del tiempo se dará cuenta que con derramar un par de lagrimas y pegar un par de gritos tendrá a sus padres corriendo de lado a lado. El niño un poco crecidito ya, llorará cuando sus padres lo van a llamar la atención para evitar la reprimenda, o hará sentir culpables a sus padres de alguna forma para que le compren un juguete determinado o cumplan un capricho. Su madre le hará sentir culpable para que coma sus vegetales contándole de esos pobres niños que no tienen nada que comer en África [o cualquier lugar] y que él tiene tanto y lo desperdicia. La misma madre hará sentir culpable al esposo para que le dedique mas tiempo a ella o al niño y así sucesivamente.
En los ejemplos que menciono hay dos factores comunes, en primer lugar como ya lo mencione antes, todos lo hacemos. Y en segundo lugar “la culpa” que es una de las tantas herramientas de la manipulación.

Porque todos somos manipuladores.
En esta escena es donde aparece alguien protestando casi desgarrándose vestiduras, afirmando que él (ella) detesta los manipuladores y que esa conducta no se encuentra en su personalidad. Esto sucede porque socialmente es una conducta “mal vista”, esta relacionado con una acción mala, a la que todos sin dudar la rechazan y que incluso la gran mayoría la atribuyen a las mujeres.

Acá entran dos tipos de personas, que tienen en común que ambos dirán que no la poseen:
-El manipulador no conciente: Luchara por suprimir su conducta y desarrollara formas inconscientes de lograrla y juzgara rechazando al que descubra haciéndolo. Probablemente tenga influencias moralistas y un código de conducta rígido o habrá sido en su infancia victima de algún tipo de represión conductual o manipulación.
-El manipulador conciente: Partiéndolo de la premisa que para manipular a una persona es básico que esta persona no sepa que es manipulada, esta persona se pondrá la aureola de bolsillo y te dirá no no no no no no, ¿Yo manipulador? Jamás!!! Pero al no rechazar -de forma interna- esta conducta desarrollara formas más sutiles e inteligentes de realizar la misma, y por lo tanto más efectivas. Desarrollará una gran sensibilidad, conocimiento psicológico y una increíble capacidad de análisis a las personas.

Por lo que entre ambos existe la gran diferencia –entre otras- que el primero será poseedor de una manipulación “burda” fácilmente descubierta por el individuo perspicaz y probablemente invisible para el ser humano común. Y el segundo es el que la desarrolla como un “arte” que al practicarla lograra la casi perfección de la misma, para el cual el manipular puede ser un juego, un reto. En donde el límite es el cielo.

¿Por Qué manipulamos?
Partimos de la idea que al manipular, estas “obligando” a una persona a hacer, decir, pensar de determinara manera. Por lo que las causas pueden ser muy variadas.

1.-Sacar provecho de algo: No necesariamente en detrimento de la otra persona, por ejemplo las colegialas manipulan a su amigo para que las acompañe a ir de compras a sabiendas que este se aburre como una ostra y detesta acompañarla. O decididamente deseas sacar algún provecho material, por ejemplo, todos hemos tenido contacto con ese tipo de personas que siempre quiere que las inviten a comer o les compren cosas y un largo e interminable etc. En estos ejemplos la persona pudo haber tenido resultados positivos pidiendo directamente lo que necesita, el problema es que la gran mayoría de personas temen perder su “calidad” de bueno, al temer que las personas crean que es del tipo exigente o porque pedirá algo que cause cierta molestia a la otra persona, por lo que son incapaces de exteriorizar lo que realmente piensan o desean so pena de ser rechazados o juzgados. Por lo que utilizan esta suerte de “maniobra” para convencer a la persona de algo sin realmente pedírselo logrando muchas veces que sea esta persona la que se ofrezca.
Porque de otra manera no lo convencerías: Acá, a diferencia de la sección anterior, tienes plena conciencia que estas actuando en contra de los deseos del “manipulado” y a pesar de ello lo haces. Como mencione antes, no necesariamente vayas a causar un “daño” en el otro, depende, todo depende (8).


2.- Por Muletilla: De esto hable mucho en mi divagación de los sentimientos, muletillas y cadenas, así que me abstendré de ahondar en esto.


3.-Por el bien del otro: Acá el manipulador cree saber que es lo que le conviene al otro. Entra el ejemplo de la madre que quiere que sus hijos coma sus verduras, puede aplicarse en el caso de que crees que tu amig@ esta cometiendo al salir con determinad@ chic@. Acá la persona sabe que actúa en contra de los deseos de la persona, pero se cree con cierto Derecho de saber lo que es mejor para el otro por lo que lo “obliga” a actuar según lo que él cree.


4.-Por Hobbie,aburrimiento, otros: La diferencia con las anteriores categorías, es que el manipulador en estos casos no tiene un objetivo especial más que el desarrollar sus habilidades, incluso la “victima” será cualquiera con el que tenga contacto. Mientras más variados sean, mejor. Como mencioné antes, será un reto, una diversión una habilidad más para desarrollar. El manipulador aumenta su ego a medida que sus “habilidades” van incrementándose, se sentirá en un status superior del individuo normal y sentirá casi siempre placer al conseguir lo que desea.

miércoles, mayo 11, 2005

Pensar en ti.

Pensar en ti, es algo que no hacia desde hace mucho tiempo. Recordar tu mirada, tu sonrisa, lo mucho que creí a tu lado y ese sentimiento tan especial que siempre me inspiraste. Mis miedos y tu ternura, mis caprichos y tu paciencia, mi frialdad y tus “fans”, mi alejamiento y tu silencio. Y darme cuenta que lo único que existe entre nosotros es la distancia y el olvido, el cual desafortunadamente nunca llega.

Y todo se reduce a lo mismo, a recuerdos, a preguntas hechas por los amigos. Preguntas que siempre evito responder, porque ni yo misma le encuentro el sentido a lo estúpido, no le encuentro la razón a mis acciones y por más que busco nunca encuentro esas respuestas. ¿Será que no quiero encontrarlas? Que el dolor de no tenerlas es inferior al que me causaría el encontrarlas.

Una vez leí que uno de las penas más grandes, es el ver que la persona que amas se aleja sabiendo que no va a regresar. Creo que la situación se agrava cuando fuiste tu quien alejo a esa persona. El arrepentimiento de lo que no fue y pudo ser, del extrañar algo que ya es muy tarde incluso para pensa, para lo que no tiene remedio…

Tal vez por eso no me gusta… Pensar en ti.

miércoles, mayo 04, 2005

Esta caleidoscópica existencia.

El vivir, y sentir que vuelas hacia el infinito de la mano de quien amas…Es desear que ese segundo de magia sea para siempre, es expresarlo todo en un abrazo, una caricia, una sonrisa, un “te quiero” o por medio del más elocuente de los silencios. Es a veces respirar y sentir tanta paz en tu pecho que pareciese escaparse por medio de cada poro de tu cuerpo y te sientes afortunado, porque crees haber alcanzado la felicidad.-

La felicidad, que a veces parece ser tan escurridiza como querer atrapar el aire con tus manos. Un rompecabezas formado por millones de pequeñísimos momentos llenos de risas, cariño, recuerdos que siempre evocaras con nostalgia y una sonrisa dibujada en los labios.

La paz, que no siempre significa que nuestra vida se encuentre tranquila y serena. Es el sentir que a pesar del caos y las crisis existenciales de turno, al final todo saldrá bien, que “al final todo pasa”.

Uno de mis mejores amigos tiene de nick en su msn “Es sólo cuestión de actitud…no tener nada y sentir tenerlo todo”. No puedo expresar todo lo que esa simple frase me hace sentir. Pero el sentimiento que más prevalece es “la envidia”, que defino como envidia “sana”, o sea aquella que te hace admirar, no aquella que te hace “repeler, o odiar” a la persona. Siempre he envidiado a las personas que sienten eso, y en mi vida he conocido tantas. A veces me gustaría simplemente relajarme como ellas. Supongo que me dejo atrapar por la sociedad y su mundo competitivo, la que te impulsa a ser cada vez mas, conseguir cada vez más cosas, donde un cargo, un salario un status lo es todo. Y observo de lejos aquellas personas “desafortunadas” que no tienen nada, pero que lo tienen todo.

Cada minuto de mi existencia me sorprendo de cada matiz, cada giro, cada sensación y color que se presentan en cada minuto. Como puedes pasar del “sentirte inmensamente feliz” a el tener el corazón apretujado y un nudo en la garganta. Pero he aprendido a valorar cada sensación, incluso los colores grises y tenebrosos que se encuentran en mi “calidoscopio” y todas esas lagrimas. He aprendido a no temerle a los segundos de felicidad y simplemente disfrutarlos con la esperanza de que aparezca una nueva sonrisa en mi vida.

La vida es un ciclo y casi todo lo que existe en ella es pasajero, y las personas que hoy amo con locura un buen día ya no estarán a mi lado. Una vez que estas conciente de ello, te relajas y disfrutas de tu calidoscopio, porque una de las mejores formas de amar es cuando sientes que cada segundo es un regalo, porque hay libertad, esa posibilidad de marcharse pero sin embargo esa persona decide regalarte un segundo más.

Andrómeda.

sábado, marzo 26, 2005

Esos Momentos

Antes de postear la respectiva divagación, quiero agradecer públicamente a Don Benengeli, por su paciencia infinita y ayudarme a poner los links en mi blog ^^

---------
Esto lo escribí en un tiempo súper bonito y especial de mi vida, lo dejo tal cual lo escribí y postee en mi anterior "rincón de divagaciones".

¿Alguna vez has sentido un momento de plena felicidad?, ¿Alguna vez has deseado que ese segundo no acabara jamás? ¿Alguna vez has querido y disfrutado tanto la compañía de alguien que desearías permanecer siempre a su lado?

Esos momentos...Esos breves momentos que hacen que la vida valga la pena. Incluso, a sabiendas que acabarán y que no volverán nunca. Nuevas emociones y sabores se nos presentan día a día, pero el recuerdo de lo pasado nos obliga a cerrar los ojos y suspirar por quien ya no está.

Esos momentos, que parecen plácidos, aún cuando sabes que cuando el coche detenga su marcha, todo habrá acabado y que ese segundo de felicidad será "pasado". Pasado, el que todo se lo lleva y nada perdona, excepto los recuerdos... de esos momentos.

Andrómeda.

jueves, marzo 17, 2005

De Sentimientos, Muletillas y Cadenas.

Una de las cosas más importantes que tenemos que hacer, si queremos llegar a una aceptable plenitud/felicidad es Reconocer y darle validez a lo que sentimos. Suena fácil, pero es en realidad bastante complicado.

Es complicado, porque cuando nos sentimos mal lo primero que hacemos es tratar de no pensar en ello; ya sea buscando a alguien que nos haga reír, pasando mil horas viendo televisión, pegados a la computadora o a un libro. Y es lógico esto, ya que es un mecanismo de defensa básico el alejarse de algo que te lastima, por ejemplo: Al coger un objeto caliente la reacción inmediata será soltarlo. Lo mismo es con los sentimientos, la reacción será alejarnos de eso que nos hace daño.

Pero con los sentimientos pasa algo diferente, no los puedes “soltar”, alejarlos físicamente o eliminarlos. Lo que hacemos es utilizar una serie de cosas a las que le llamare “muletillas” para hacernos sentir mejor. Estas son muy variadas y dependen de un sin numero de factores como son: la personalidad de cada quien, la edad, sexo, etc. Unos recurren al alcohol, otros a las drogas, otros como ya mencioné al Internet, a la televisión, muchas mujeres si se sienten mal se van de compras, otros se devoran un galón de sorbete, se van con el primer@ que vaya pasando o simplemente duermen, todo para sentirse mejor, para distraerte, dejar de pensar y como consecuencia sentir.

Una muletilla bastante común cuando una persona esta pasando por alguna inestabilidad o inseguridad, es empezar a manipular a la gente de su alrededor. Buscando así la sensación de seguridad y control que le falta. Una vez, una amiga me dijo “no se puede cambiar a los demás, a la única persona que puedes cambiar es a ti”, por mucho tiempo pase creyendo eso. Ahora le hago una pequeña modificación, ya que he llegado a la conclusión de que efectivamente puedes cambiar a los demás, PERO el único cambio que realmente te hará sentir bien, el único cambio que merece la pena, que es real, es el que puedas hacer en ti mismo. Lo demás es una simple muletilla, una búsqueda interminable de algo inexistente, lo que puede ser francamente agotador. Ahora recuerdo un interesante intercambio de ideas con don B. respecto al falso control, pero no tocare el tema porque nunca le termine de entender el cuento.

Siguiendo esa línea de ideas, las muletillas son aquello que utilizamos para contrarrestar lo que nos hace daño. Hasta este punto alguien se puede preguntar ¿Qué tiene de malo alejar algo que te hace daño? Y ese es el meollo del asunto. Al utilizarlas no estas remediando o extinguiendo esos sentimientos dañinos, todo lo contrario únicamente los estás ignorando. Lo que sentimos es importante, ya que es la forma que tiene nuestro cuerpo/cerebro de hablarnos y mandarnos señales. Por ejemplo, si tenemos rabia es porque alguna necesidad no esta satisfecha, si tenemos miedo es porque existe algún peligro, si estamos tristes es porque algo nos lastima. Pero al ignorarlos, sin darte cuenta estas acumulando esos sentimientos, haz de cuenta que los estás metiendo a una cuenta de ahorros a corto plazo, y cuando estos llegan a su límite de tiempo se vuelven contra ti. Toda la rabia que puedas sentir al pelearte con tus padres, porque la pasaste mal en el colegio, con tus amigos, se transforma y se te regresa convertida en frustración y depresión (la ira merece post aparte).

Sin mencionar que una muletilla, es algo que te ayuda a caminar cuando tu no eres lo suficientemente fuerte para lograrlo. Si físicamente empezáramos a utilizar muletillas sin necesitarlas, con el paso del tiempo nuestro cuerpo dejaría de funcionar bien, nuestras piernas se entumecerían, lastimaríamos nuestros brazos y seríamos más lentos. Con las muletillas emocionales es lo mismo, si nos acostumbramos a utilizarlas sin necesitarlas, lo único que lograremos es perjudicar nuestra propia capacidad para enfrentar nuestras emociones, causándonos probablemente una dependencia a la misma. La única forma en que se resolverla una situación es tomando cartas en el asunto, la evasión no resuelve nada e incluso puede empeorarla.

Por lo tanto es importante darte cuenta qué sientes y por qué lo sientes. Ese es el primer punto. El segundo punto que mencioné es el “darle valor a lo que sientes”. Si lo primero era complicado, lo segundo lo es aún mas, porque acá entra la sociedad, lo que se te dice en tu infancia ya sea tus padres o tus mayores. Cuando eres pequeño y te caes de la bicicleta viene tu abuelita y te dice que no debes llorar “porque los niños no lloran” (siempre he odiado eso), o cuando estas sólo en tu habitación en la noche y sientes miedo y viene tu padre y te dice no debes tener miedo y así sucesivamente, lo que hacen es quitarle el valor de lo que sientes, quitándote tu capacidad para reconocer tus propios sentimientos porque si tienes miedo pero tu padre te dice que no lo tienes entonces debes estar equivocado y llega un momento en donde pierdes tu propia capacidad de identificar que es lo que sientes.

La sociedad tiene un esquema muy rígido de lo que debemos ser y como debemos ser, y va colocándole a cada persona una cadena –atadura- de la que no debe salirse. Te dice como amar y a quien debes amar, como debes comportarte, si eres mujer debes ser una flor delicadita y frágil y si eres hombre debes ser prácticamente un machote insensible, y si no eres ni lo uno ni lo otro te dirán “tortillera” o en el caso de los hombres si eres sensible tildarán de gay
. Hay personas que viven felizmente dentro de su cadenita o campo de acción y existen (o existimos) otras a las que no les gusta lo que se le ha impuesto como deben ser las cosas, ya sea porque sus pensamientos no calzan en ningún lugar o simplemente tiene espíritu de rebeldía.

Y sí te dejas atrapar y sigues lo que se te ha dicho que debes hacer, el lograr los dos puntos importantes que mencioné anteriormente no es una tarea complicada, es utópica…

Debo aclarar que si bien digo que lo que debes hacer es identificar lo que sientes y luego darle valor, esto se reduce a lo siguiente: Me siento triste, está bien sentirme así. Es aceptar y permitirte sentir, pero tampoco quiere decir dejarte dominar por lo que sientes, no es que porque estás molesto le pegaras al primero que se te cruce en tu camino, porque estás triste llorarás de aquí al martes y porque tienes miedo no saldrás de tu cama en toda la semana. Identificar y valorar lo que sientes sirve para poder realmente saber que es lo que en realidad te está afectando, que puede ser más complicado que lo que a simple vista parece. ¿Qué hacer una vez se haya logrado esos dos puntos, es material para otro post :P?...


Y tu ¿Cómo te sientes?...


Andrómeda.

martes, marzo 15, 2005

No me sobrestimes....

Una de las cosas que más me incomodan es cuando una persona me empieza a ver con ojos de wow que genial eres!!!. Es como que si me arrebataran mi calidad de “humano” y mi derecho a equivocarme y me pusieran una carga encima.

Sobrestímame y no me dejaras otra opción que decepcionarte… mírame como un imperfecto humano más y me darás la oportunidad de sorprenderte ¿Qué escoges?

Es un tema un poco paradójico. Por un lado se siente bonito que te admiren, ego, porque no decirlo. Pero cualquier persona que tenga una pizca de introspección se dará cuenta que es también una carga, una carga emocional. A nadie le gusta decepcionar a las personas, al menos no voluntariamente y es allí cuando nos descubrimos esforzándonos o gastando nuestras energías en ser aquel ideal que se piensa de nosotros y vemos en la sociedad todos esos pobres seres que viven aparentando algo que no son, en ese intento de mantener una imagen determinada. Y es algo que se da bastante, es cosa de echarle una ojeada a cualquier relación. Los padres, todos quieren hacerlos sentirse orgullosos, la pareja, los amigos. Especialmente en las relaciones donde existe un lazo afectivo, porque son las que más “malestar” nos causaría si los decepcionáramos. Eso, sin mencionar que se nos resiente un poco la autoestima.

Hubo un tiempo en el que acostumbraba a “decepcionar” voluntariamente a las personas que me rodeaban, una especie de recordatorio, un “hey pero también soy humana y me equivoco”. Pero es una trampa, un engaño. Y es el mismo juego de “pretender”, es sencillamente porque “duele” decepcionar, cuando has dado lo mejor de ti y al hacer lo que menciono te engañas, dices: lo decepciono voluntariamente cometiendo este error –aparentando- pero en realidad, no soy así y sí quisiera podría demostrarle lo genial que soy. Es una forma de autoprotegerte, una muletilla (que será un tema para futuras divagaciones).

Una cosa que he aprendido, es que cuando “nos culpamos” por una determinada situación, lo que estamos haciendo es proporcionándonos el “control” –imaginario- de la misma, dándonos según nosotros la posibilidad de cambiarla y nos embarcamos en una lucha muchas veces imposible de ganar o por lo menos lo suficientemente desgastadora y extenuante. No es fácil pretender cumplir con las expectativas de los demás.

Una vez que me di cuenta de mi conducta, deje de hacerlo. Afortunadamente con esos seres que llamo “amigos” he logrado una relación bastante sana, no perfecta aclaro, hace mucho tiempo deje de perseguir utopías. Una relación donde no hay apariencias, expectativas, ni decepciones, en la que puedo ser…Simplemente yo. Queriéndolos, apoyándolos y dando lo mejor de mí. Sin presiones, ni exigencias únicamente con libertad y con la certeza de que lo que recibo es lo mejor de ellos. Certeza que proporciona, únicamente muchos años de caminar uno al lado del otro.



Andromeda.

sábado, marzo 12, 2005

Palabras Palabras


A veces me hago la pregunta –aparentemente tonta- si las personas ¿realmente nos escucharemos a nosotros mismos? Es que me sorprende la facilidad con la que soltamos palabras hirientes y lo que encuentro penoso, que muchas veces van dirigidas a personas que queremos. “Malo eres no se daña a quien se quiere” dice la canción de “Bebe”, lo sorprendente es que muchas veces “sin darnos cuenta” lo que mas dañamos es lo que amamos.

Es curioso como en un segundo podemos decir algo que puede hacer que una relación se deteriore, perder la confianza de alguien o sencillamente herirla. Hace años alguien me dijo que cuando decíamos algo en contra de alguien, el efecto era como si rompiéramos un vaso de cristal, lo dicho no se deshace, podremos disculparnos eternamente pero deshacer lo dicho jamás… ¿Por qué será que estas lecciones de la vida se olvidan tan fácilmente? Bue eso es tema de otra divagación.

Esto debe ser, por la poca conciencia que se tiene del “poder de la palabra”. Las palabras si se saben dirigir bien pueden engañar, manipular, encausar, confundir y obviamente lastimar.


Tal vez el mayor reflejo del real poder de la palabra lo veamos en los medios de comunicación y su capacidad de “atontamiento/adormecimiento” a la población en general, que sin cuestionarse nada lo cree todo. Si esta escrito debe ser verdad es el pensamiento común. Es increíble como las personas pierden su capacidad de pensar, de cuestionarse y se dejan llevar hacia una realidad imaginaria, a creer promesas, argumentos y adoptar posturas políticas sin mayor reflexión. Como dijo alguna vez el rector de mi ex universidad “el voto desinformado es el más peligroso”, y esto es porque es la gran mayoría y en sus manos esta siempre las decisiones.


En fin, mejor me alejo de la política que no es uno de mis temas favoritos, pero del que tal vez divague un poco un buen día.



Andromeda.

jueves, marzo 10, 2005

El rincón de la divagación.

Como dice la “descripción”, este es un blog con pocas pretensiones, especialmente con pocas o ninguna expectativa.

¿Por qué? Porque cuando iniciamos algo sin esperar nada, generalmente terminas sorprendido y maravillado por los resultados. Como un niño pequeño al observar la envoltura de un regalo deseo dar inicio a este blog…

Andromeda.